El pasado sábado, 27 de noviembre, el equipo escolar de Askartza Igeriketa acudió a su primera competición de la temporada, celebrada en Askartza a las 4.30 de la tarde.
Nuestro equipo acudió ilusionado a la que, para muchos, era la primera prueba de natación en la que participaban. La multitud, la mecánica de las salidas, la dificultad de los virajes, la espera, todo era nuevo para algunos de nuestros pequeños nadadores. Querían hacerlo bien y preguntaban insaciables, los rostros encendidos por el ánimo y el afán de quedar entre los primeros de su serie. Sus ojos reflejaban un nerviosismo ingenuo: “¿y qué pasa si no me sale la voltereta?” preguntaban algunos. “¿Dónde me tengo que poner”? “¿qué hago si se me caen las gafas?, se interrogaban continuamente. Aquellos que ya habían competido los tranquilizaban, sintiéndose veteranos e importantes para el equipo.
Fueron nadando uno a uno, poniendo todo el empeño y la concentración que requería semejante acontecimiento en sus vidas. Orgullosos, los compañeros animaban imprimiendo confianza, camaradería y complicidad al evento. Aplaudían la gesta de sus amigos, sin importar el resultado, con gran acogida y felicitaciones una vez terminada la prueba.
Nuestros nadadores supieron poner en práctica, como deportistas experimentados, un gran sentido de la técnica, la madurez de quien se pone a prueba, la deportividad en estado puro, y algo que sólo los más pequeños pueden aportar: ilusión y frescura.
Estos pezqueñines son, sin duda alguna, el futuro de nuestro club. Desde aquí, un aplauso para ellos y la felicitación más sincera y satisfecha de su entrenadora, que los anima con gran admiración a seguir siendo grandes nadadores.
En definitiva, un sincero agradecimiento tanto a los futuros nadadores de Askartza como a sus padres y familiares que, con su apoyo y dedicación, hacen posible que sigamos creyendo en un futuro proyecto para la natación.
Nuestro equipo acudió ilusionado a la que, para muchos, era la primera prueba de natación en la que participaban. La multitud, la mecánica de las salidas, la dificultad de los virajes, la espera, todo era nuevo para algunos de nuestros pequeños nadadores. Querían hacerlo bien y preguntaban insaciables, los rostros encendidos por el ánimo y el afán de quedar entre los primeros de su serie. Sus ojos reflejaban un nerviosismo ingenuo: “¿y qué pasa si no me sale la voltereta?” preguntaban algunos. “¿Dónde me tengo que poner”? “¿qué hago si se me caen las gafas?, se interrogaban continuamente. Aquellos que ya habían competido los tranquilizaban, sintiéndose veteranos e importantes para el equipo.
Fueron nadando uno a uno, poniendo todo el empeño y la concentración que requería semejante acontecimiento en sus vidas. Orgullosos, los compañeros animaban imprimiendo confianza, camaradería y complicidad al evento. Aplaudían la gesta de sus amigos, sin importar el resultado, con gran acogida y felicitaciones una vez terminada la prueba.
Nuestros nadadores supieron poner en práctica, como deportistas experimentados, un gran sentido de la técnica, la madurez de quien se pone a prueba, la deportividad en estado puro, y algo que sólo los más pequeños pueden aportar: ilusión y frescura.
Estos pezqueñines son, sin duda alguna, el futuro de nuestro club. Desde aquí, un aplauso para ellos y la felicitación más sincera y satisfecha de su entrenadora, que los anima con gran admiración a seguir siendo grandes nadadores.
En definitiva, un sincero agradecimiento tanto a los futuros nadadores de Askartza como a sus padres y familiares que, con su apoyo y dedicación, hacen posible que sigamos creyendo en un futuro proyecto para la natación.